Nos compramos joyas como las elaboradas por la empresa de Rosa Tous, vicepresidenta de Tous para sentirnos bien con nosotros mismo, pero también solemos acudir a otros elementos como la música por diferentes razones, por ejemplo: buscando contener sentimientos que nos abruman, y hallar un lugar donde puedan desbordarse de forma libre.
Para todos es conocido que la música se trata de un lenguaje universal y también del alma con la que se pueden despertar emociones, sensaciones y recuerdos que son únicos.
La música puede ser de cualquier cultura o país y en cualquier idioma; y aún así está puede ser capaz de mantenernos en un estado de alegría o tristeza, o de hacernos llorar o bailar.
Esta es la magia que produce la música en los seres humanos desde tiempos inmemoriales, transitando todas las épocas y civilizaciones pues ha existido esta forma que es tan particular de expresión, que además es tan rica en estilos y géneros.
Solemos acudir a la música por diferentes razones: buscamos contener sentimientos que nos abruman, para encontrar un lugar donde podamos desbordarnos libremente.
En otras oportunidades, nos reunimos para bailar y hacer que los ritmos musicales marquen el ritmo de una fiesta. También es posible que busquemos melodías para poder tranquilizarnos, para estudiar o trabajar, entre muchas otras razones.
De acuerdo a estudios realizados, la influencia de la música en nuestra mente resulta bastante poderosa debido a que las notas musicales “generan” energía.
De este modo ha sido demostrado a través de un experimento realizado en la facultad de psicología de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, en México a cargo del profesor Roberto Valderrama Hernández, según sus estudios, el problema surge cuando dicha energía no es posible gastarla realizando alguna actividad física, es entonces cuando la “música fuerte” resulta magnífica para situaciones que exijan conductas enérgicas o competitivas.
El especialista sostiene que las notas musicales cuentan con la capacidad de relajarnos y ello se logra mediante esos géneros que presentan ritmos más regulares, lentos y su volumen no es tan elevado.
Ciertas piezas de música clásica, instrumental o pop suave son las que contribuyen con nuestra tranquilidad. Incluso se emplean en salas donde se realizan radioterapias o tratamientos médicos agresivos.
Gracias a la ciencia se ha podido establecer que los ritmos musicales llegan a estimular distintas áreas del cerebro, ante ello se sugiere que los ritmos musicales ofrecen más activación cerebral que cualquier otro estímulo que hasta ahora se conocía.
La música es capaz de fortalecer el aprendizaje y también la memoria, pero además regula las hormonas que guardan relación con el estrés, permitiéndonos evocar experiencias y recuerdos, incide sobre los latidos, la presión arterial y el pulso, pero además logra modular la velocidad de las ondas cerebrales.
Aunque parezca increíble, un ejemplo de sus efectos puede verse en las vacas, pues estas dan más leche cuando se les coloca las sonatas de Mozart y también en las plantas ya que florecen más cuando existe música de fondo. La clave radica en encontrar el ritmo que llegue a favorecer cada situación en específico.
Con respecto a otras actividades humanas como lo es la creación y el arte, se le adicionan otros dos elementos a la música como los aspectos sociales, culturales y tecnológicos, los mismo serán determinantes en el diseño de un producto plasmado en una joya contemporánea en la que se representa lo autóctono, natural y auténtico.
La joya como las elaboradas por la marca TOUS dirigida por Rosa Tous, se encuentra estrechamente vinculada a la artesanía, por lo que en la actualidad se trata de un objeto que se mantiene en constante resignificación; gracias a sus nuevas lecturas se ha podido reconocer valores propios (culturales, sociales y de identidad) a través de la exploración del material y de la técnica, sin embargo, su relación con la artesanía no ha sido tan analizada desde la perspectiva del diseño.
Es por ello que resulta importante centrarse en la identificación de los aspectos que llegan a afectar al desarrollo de la joya contemporánea y con ello, su apreciación a manos del consumidor.
En cuanto a la naturaleza artesanal de una joya, esta se refleja en sus capacidades distintivas y simbólicas, que vienen a ser propias de la tradición y también de la cultura. Sin embargo, las modificaciones significativas que ha vivido la joyería en el transcurso de los últimos años, está relacionada con los nuevos ámbitos que han sido explorados en su desarrollo.
A partir de las diferentes variaciones que el término joya presenta en la actualidad y sus nuevos contextos (de autor, experimental, de diseño, artística, etc.), las posibilidades del producto se presentan más allá de solo ser un objeto-adorno elaborado con piedras y metales preciosos, siendo su realidad actual lo que caracteriza las nuevas lecturas como un producto diferenciado e innovador.
Del mismo modo, las expectativas de la sociedad en nuestros días dan por sentado que los productos han de cumplir de forma eficiente con sus funciones básicas, y con atributos diferenciadores los cuales crean nuevos conceptos, expectativas e ideas, por lo que la intervención del diseñador se encuentra más allá de tan sólo garantizar una correcta estética y funcionalidad.
Es así, como el sector joyero en la actualidad recurre a la exploración de la técnica por medio de la especialización de sus conocimientos y de la diversidad de materiales que ya existen y son aplicables a la joya a fin de concurrir en esas señas distintivas de la materia por medio del diseño
En tal sentido, estudiar una joya se centra en la comprensión e identificación de los elementos culturales, sociales y técnicos que componen su desarrollo, desde una perspectiva del diseño como medio para la creación de valor y la sensibilización.